Los sabios merecen ese nombre porque no viven a merced de los ocho
vientos: prosperidad, decadencia, deshonra, honor, alabanza, censura,
sufrimiento y placer. No los exalta la prosperidad ni los aflige la
decadencia. Las deidades celestiales sin falta protegerán a aquel que no
se incline ante los ocho vientos.
Los ocho vientos (Los escritos de Nichiren Daishonin, pág. 834.)
Como dice el Discurso de los viejos Huehuetlatolli, Consejo de sabios Náhuatl, como el Sumaj Kawsay buen vivir del tawantinsuyo. Ten cuidado de las cosas de la Tierra, haz algo, corta leña, labra la tierra, planta nopales, planta magueyes. Tendrás qué beber, qué comer, qué vestir. Con eso estarás de pie, serás verdadero, con eso andarás. Con eso se hablará de ti, se te alabará. Con eso te darás a conocer. MARICHI WEU!!! 10 veces venceremos, 10 estaremos vivos!!!
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