Las personas comunes no podemos vernos las pestañas, que están tan
cerca de los ojos, ni tampoco alcanzamos a ver el cielo a la distancia.
De manera similar, tampoco vemos que el Buda existe en nuestro corazón.
Un árbol trasplantado no caerá, aunque sople el viento con furia, si
tiene un firme puntal que lo sostenga. Pero hasta un árbol que ha
crecido en el lugar puede desplomarse si sus raíces son endebles. Una
persona débil no tropezará si es sostenida por alguien fuerte, pero
hasta un individuo de considerable fortaleza se expondrá a caer, si
camina a solas por una senda irregular.
Tres maestros del Tripitaka oran para que llueva (
Los escritos de Nichiren Daishonin, pág. 627.)
La vida es el más preciado de todos los tesoros. Un solo día extra de vida vale más que diez millones de
ryos de oro.
Sobre la prolongación de la vida (
Los escritos de Nichiren Daishonin, pág. 1000.)
¿Qué significa el profundo respeto que el
bodhisattva Jamás
Despreciar sentía hacia todas las personas? El propósito con el cual
nació en este mundo el buda Shakyamuni, señor de las enseñanzas, yace en
su comportamiento como ser humano.
Las tres clases de tesoros (
Los escritos de Nichiren Daishonin, pág. 893.)
Más valiosos que los tesoros de los cofres son los del cuerpo. Pero
ninguno es tan preciado como los tesoros del corazón. Desde el mismo
instante que lea esta carta, ¡esfuércese por acumular los tesoros del
corazón!
Las tres clases de tesoros (
Los escritos de Nichiren Daishonin, pág. 892.)
La esencia del
Sutra del loto yace en revelar que cada uno
puede lograr la iluminación suprema con la forma que posee, sin tener
que modificar su condición de persona común. Es decir que uno puede
alcanzar el Camino del Buda sin necesidad de descartar sus impedimentos
kármicos.
Respuesta a Hakiri Saburo (
Los escritos de Nichiren Daishonin, pág. 431.)
Si desea liberarse de los sufrimientos del nacimiento y la muerte que
ha venido soportando desde el tiempo sin comienzo, y manifestar sin
falta una iluminación insuperable en esta existencia, debe percibir la
verdad mística que existe en todos los seres vivos en forma inherente y
primigenia. Esta verdad es
Myoho-regen-kyo. Por lo tanto, recitar
Myoho-renge-kyo le permitirá aprehender la verdad mística que existe de manera innata en todas las formas de vida.
El logro de la Budeidad en esta existencia (
Los escritos de Nichiren Daishonin, pág. 3.)
A menos que perciba la verdadera naturaleza de su vida, practicar las
enseñanzas budistas no lo aliviará de los sufrimientos del nacimiento y
la muerte. Si busca la iluminación fuera de usted mismo, terminará
siendo en vano incluso que realice diez mil prácticas o diez mil actos
virtuosos.
El logro de la Budeidad en esta existencia (
Los escritos de Nichiren Daishonin, págs. 3-4.)
Una mente nublada por las ilusiones provenientes de la oscuridad
fundamental de la vida es como un espejo percudido; pero una vez pulida,
sin falta se convierte en un espejo impecable, que refleja la
naturaleza esencial de los fenómenos y el verdadero aspecto de la
realidad. Haga surgir una profunda fe y lustre su espejo día y noche,
con ahínco y esmero. ¿De qué manera lustrarlo? Tan sólo entonando Nam-myoho-renge-kyo.
El logro de la Budeidad en esta existencia (
Los escritos de Nichiren Daishonin, pág. 4.)
"Con el único pensamiento [puro y sincero] de desear ver al Buda"
puede leerse del siguiente modo: observar al Buda con un único
pensamiento puro y sincero; con centrar nuestra mente en ver al Buda, y,
cuando observamos nuestra propia vida, percibir que esta es el Buda.
Carta a Gijo-bo (
Los escritos de Nichiren Daishonin, pág. 411.)
Tal vez, haya quien sepa recitar al pie de la letra el
Sutra del loto, pero cuesta muchísimo más actuar como este indica.
Disminuir la retribución de nuestro karma (
Los escritos de Nichiren Daishonin, pág. 209.)
Los que creen en el
Sutra del loto parecen vivir en
invierno, pero el invierno siempre se convierte en primavera. Ni una
sola vez, desde la Antigüedad, alguien ha visto u oído que el invierno
se convierta en otoño.
El invierno siempre se convierte en primavera (
Los escritos de Nichiren Daishonin, pág. 561.)
Asimismo, afirma que si el corazón de las personas es impuro, su
tierra también lo es, pero que si su corazón es puro, igualmente puro es
el sitio en que viven. No existen, en sí mismas, una tierra pura y otra
impura; la diferencia sólo reside en el bien y el mal que hay en
nuestro interior.
El logro de la Budeidad en esta existencia (
Los escritos de Nichiren Daishonin, pág. 4.)
Si a usted le importa su seguridad personal, debe ante todo orar por
el orden y la tranquilidad en los cuatro sectores del territorio, ¿no lo
cree así?
Sobre el establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra (
Los escritos de Nichiren Daishonin, pág. 25.)
No hay diferencia o separación entre el buda Shakyamuni –quien obtuvo la iluminación hace incontables
kalpas—, el
Sutra del loto —que conduce a todas las personas a la Budeidad— y nosotros, las personas comunes.
La herencia de la Ley suprema de la vida (
Los escritos de Nichiren Daishonin, pág. 226.)
Shakyamuni enseñó que lo superficial es fácil de creer, pero lo
profundo es difícil de abrazar. Descartar lo superficial e ir en pos de
lo profundo es propio de una persona valiente.
La selección del tiempo (
Los escritos de Nichiren Daishonin, págs. 584.)
Sufra lo que tenga que sufrir; goce lo que tenga que gozar. Considere
el sufrimiento y la alegría como hechos de la vida, y siga entonando
Nam-myoho-renge-kyo, pase lo que pase. ¿No sería esto experimentar la alegría ilimitada de la Ley?
La felicidad en este mundo (
Los escritos de Nichiren Daishonin, pág. 715.)
Los sabios merecen ese nombre porque no viven a merced de los ocho
vientos: prosperidad, decadencia, deshonra, honor, alabanza, censura,
sufrimiento y placer. No los exalta la prosperidad ni los aflige la
decadencia. Las deidades celestiales sin falta protegerán a aquel que no
se incline ante los ocho vientos.
Los ocho vientos (Los escritos de Nichiren Daishonin, pág. 834.)
De acuerdo con la situación personal de cada uno, hay quienes tienen
cónyuges e hijos, parientes, tierras, oro y plata, mientras que otros
carecen de toda riqueza. Pero, más allá de que uno tenga bienes o no,
ningún tesoro puede superar el valor de la vida.
La ofrenda de arroz (
Los escritos de Nichiren Daishonin, pág. 1171.)
La vida en este mundo es limitada. ¡Jamás, ni siquiera un instante, se deje vencer por el miedo!
La prueba del Sutra del loto (
Los escritos de Nichiren Daishonin, pág. 1154.)
La persona de sabiduría no es la que practica el budismo alejada de
los asuntos mundanos, sino, antes bien, la que comprende cabalmente los
principios con los que el mundo se gobierna.
El kalpa de disminución (
Los escritos de Nichiren Daishonin, pág. 1167.)
Pero, de todos los tesoros, el mayor es la vida. Se dice que el valor
de nuestro cuerpo y de nuestra existencia es superior, incluso, al de
todas las riquezas de un gran sistema planetario. Ni siquiera los
tesoros que colman el universo pueden remplazar la vida….
La ofrenda de arroz(
Los escritos de Nichiren Daishonin, pág. 1171.)
En primer lugar, está la cuestión de dónde quedan exactamente el infierno y la Budeidad. Con respecto a esto, un
sutra
señala que el infierno se encuentra bajo tierra, y otro afirma que el
Buda reside en el oeste. Sin embargo, un examen más cuidadoso revela que
ambos existen en nuestro cuerpo de un metro y medio de altura. Y esto
ha de ser verdad, porque el infierno está en el corazón de la persona
que, íntimamente, desprecia a su padre e ignora a su madre. Es como la
semilla del loto, que contiene flor y fruto a la vez. Del mismo modo, el
Buda habita en nuestro propio corazón.
Gosho de Año Nuevo (
Los escritos de Nichiren Daishonin, pág. 1183.)
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